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    Hola!

    Soy Andrey Ávalos:

    Me gustaría contarte un poco de mi, espero que seas una persona con deseos de emprender. Me gusta disfrutar de la naturaleza, contar historias y soy amante de los buenos momentos. Me gusta rodearme de esas personas emprendedoras para compartir y absorver las buenas historias de superación.

     

    A continuación leerás parte de mi Storytelling...

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    "PEDID Y SE OS DARÁ" 

     

    (Mt 7, 7-11)

     

     

     

    Siempre supe que Dios tenía algo especial para mi ¡ese algo es el hoy!

     

     

     

    Mi viaje como emprendedor comenzó desde mis días en la escuela, donde aprendí los valores del trabajo duro y la perseverancia. Recuerdo vívidamente cómo, en un esfuerzo por recaudar fondos para nuestro viaje de fin de año, nos asignaron la tarea de vender chiriviscos (helados) y galletas. Desde entonces, ni sabía de mi camino como emprendedor.

     

     

    A medida que crecía y cursaba la escuela, comencé a trabajar chapiando con mi padrino en una finca junto con mi hermano gemelo a 375 colones la hora, pero pronto decidí explorar nuevos trabajos, como la siembra de yuca y ñame, hasta que el jefe me dio trabajo en un supermercado. Al entrar al primer año en el colegio, inspirado por un compañero de clase que me mostró cómo hacer pulseras para venderlas a 300 colones, aprendí cómo hacerlas y venderlas, seguí aprendiendo a combinar colores además de diversas formas de hacer pulseras, “ofrecía variedad y exclusividad”.

     

     

    A medida que avanzaba en el colegio, me di cuenta de que mi educación formal no era mi única opción. Empíricamente y con el deseo de aprender a ganar experiencia en el mundo real, decidí dejar el colegio. Al poco tiempo, me fui a vivir a Ciudad Quesada, trabaje en un parqueo, para luego irme a La Fortuna en busca de trabajo.

     

     

    Gracias a Roberto Sandoval e Hildana Ávalos (mi tía) que falleció este 2023, me buscaron trabajo, así que comencé a trabajar en La Fortuna en una venta de comidas rápidas (Ketchup, tú decides). Pero al poco tiempo de estar trabajando y haciendo muchas cosas con mucho talento, Rony Rojas, el de Anch'io Pizzería (un restaurante Italiano), vió mi talento y decidió darme trabajo. Él quiso darme ese trabajo como ayudante de salón para que aprendiera, y ahí inició mi aprendizaje del inglés, aprendí servicio al cliente y me desarrollé como salonero. Al igual que estudiaba inglés intermedio, los Fundamentos de Mercadeo, Servicio al Cliente, Control de Inventarios, Administración de Establecimientos Comerciales, Técnicas de Negociación y Toma de Decisiones, luego trabajé por un certificado del INA como Salonero. Luego de ahí, inicié mi aventura en Tabacón, un hotel muy elegante acá en La Fortuna de San Carlos, Costa Rica. Estudié sobre vinos y me terminé de desarrollar como Salonero Profesional.

     

     

    En Tabacón estaba ganando mucho dinero, así que decidí invertir en perfumería. Sin darme cuenta me inspiraba e inspiraba a las demás personas a ver que realmente se podía emprender fuera del trabajo. Después de un despido por mí ineficiencia y mi falta de conocimiento en la parte financiera y por gastar dinero en vicios y licores, me di cuenta de que necesitaba una visión más clara. Lo que quería era hacer dinero y comprar un carro más lindo, no sabía que podía lograr mucho más que cosas materiales, como iniciar una empresa y delegar funciones, trabajos o tareas, ser un emprendedor.

     

     

    Fue durante este tiempo que conocí a Yorleny Picado, una emprendedora local (madre de un amigo y compañero de Tabacón Wiliam Picado), que al pasar los años se convertiría en una mentora especial. Ella compartió consejos y me ayudó a madurar muchas cosas en mi vida, y hasta el día de hoy sigue apoyándome tanto como cliente como mentora en los negocios.

     

     

    La pandemia de COVID-19 trajo consigo desafíos sin precedentes, pero también oportunidades para innovar y adaptarse. Sin saber que hacer y pidiéndole a Dios por dirección empezé a emprender. Mi experiencia previa en ventas y con mi espíritu emprendedor, decidí aprovechar la demanda de productos básicos durante el confinamiento. Armado con mi bicicleta y una variedad de productos lácteos, comencé a recorrer las calles de La Fortuna, ofreciendo queso fresco, natilla, cuajada y otros productos que fui incorporando al pasar los meses. Esta experiencia no solo me permitió mantenerme a flote durante tiempos difíciles, sino que también me enseñó valiosas lecciones sobre la importancia de la perseverancia y la adaptabilidad en el mundo empresarial, además de perder la pena por salir a las calles de casa en casa.

     

     

    A medida que la situación comenzó a mejorar y los turistas comenzaron a regresar a La Fortuna, vi una oportunidad para expandir mi conocimiento. Inspirado por un colega llamado Julio Porras, quién compartió sus conocimientos sobre la industria del turismo, decidí fundar "Mochileando Fortuna" con la ayuda de Adrián Alpizar, dueño de Palacios Arenal, montamos el nombre y logo. Esta empresa no solo me permitió seguir adelante, sino que también me abrió las puertas a nuevas oportunidades de crecimiento y desarrollo personal.

     

     

    Mientras continuaba trabajando en Mochileando Fortuna, también comencé a explorar nuevas estratégias, como la creación y optimización de redes sociales. Al necesitar contenido audiovisual y estar sin dinero para pagarlo, decidí comprar una cámara para hacer videos. Aunque al poco tiempo me di cuenta de que no solo se trataba de aprender a hacer videos y fotos, sino también de aprender hacer un sitio web y anuncios en Facebook e Instagram, para crear lo que llamamos un embudo de ventas. Viendo la necesidad económica y una publicación de Yorleny en Facebook en busca de un salonero, decidí trabajar para ella y su hijo. Aunque al verme con dinero y sin una meta clara por falta de conocimiento en educación financiera, empecé a gastar de nuevo el dinero y poco a poco decepcioné a mis jefes, quienes me despidieron. Esto me hizo recapacitar sobre mi situación, y fue entonces cuando le pedí dirección a Dios en mi vida nuevamente. Visioné la necesidad de estudiar educación financiera y entre otros temas indispensables.

     

     

    Un par de meses después estudiando y formando a Mochileando Fortuna surgió la idea de visitar a Yorleny conversando con ella y sin saber qué hacer, se me vino a la mente pedirle que me dejara administrar las redes de La Cevichería D'Mora. Yo ya sabía crear videos, fotos, optimizar redes sociales y buscadores. Pasados unos meses se incorporó Doña Flor, quien me daría entrevistas, al igual que Yorle.

     

     

    Ya con clientes y con un continuo aprendizaje en el mundo del Marketing, decidí ponerle a mi empresa "ToWeb" - Marketing Estratégico. Ya con una marca y con experiencia en anuncios, fotos y hasta videos, me sentí listo de visitar a Alberto Pérez y Mayela Chávez, dueños de Tiquicia, quienes me dieron la oportunidad de trabajar para La Tabernita, y meses después me dieron la oportunidad de llevar el marketing de su restaurante, quienes se han convertido en nuestro cliente High Ticket.

     

     

    Hoy por hoy en el 2024, analizando y aprendiendo del enfoque necesario de una empresa y tomando en cuenta mi conocimiento de 12 años en Alimentos y Bebidas, decidí enfocarme en el Marketing Gastronómico, mientras que Mochileando Fortuna recibe clientes muy pocas veces por mi falta de dinero y tiempo para invertir en Google Ads. Mi compromiso con estos amigos y dueños de negocios va más allá. Soy consciente de que el marketing no es solo atraer nuevos clientes, sino fidelizarlos a lo largo del tiempo, así como el compromiso por que sus clientes tengan una gran experiencia.

     

     

    Espero que esta historia te sea útil para conocer más sobre mí y mis emprendimientos, además de inspirarte con la transformación de una persona que pasó de vender pulseras a vender marketing y aventuras en La Fortuna.

     

     

    Hoy en día, estoy agradecido por el viaje que me ha llevado hasta aquí y emocionado por el futuro que me espera. Mi experiencia como emprendedor ha sido un viaje de aprendizaje y crecimiento, lleno de desafíos y oportunidades. Agradezco a todas las personas que han sido parte de mi camino, desde mis amigos y familiares hasta mis mentores como Alberto Pérez, Yorleny Picado que no se cansan de escuchar mis dudas o consultas. Estoy comprometido a seguir trabajando en ToWeb y Mochileando Fortuna para repararle un futuro especial a mi madre querida, mi hermano gemelo...

    Estoy emocionado por lo que el futuro tiene reservado para mí, mi familia y clientes de ToWeb "Marketing Gastronómico".

     

    Conclusión: El haber pasado laborando para diversas empresas y haber emprendido más de una vez me ah dado grandes resultados.